Las alergias respiratorias en niños se han convertido en una preocupación creciente para muchas familias españolas. El dormitorio, donde los pequeños pasan gran parte de su tiempo, puede albergar alérgenos como ácaros del polvo, hongos, caspa de mascotas y esporas. El colchón, en particular, es el hogar perfecto para estos microorganismos si no elegimos materiales adecuados o no mantenemos una higiene correcta. En esta guía práctica te ayudamos a proteger a tus hijos creando un entorno seguro que favorezca su salud y bienestar durante el descanso.
Índice
Por qué los niños son especialmente sensibles
El sistema inmunológico de bebés y niños pequeños aún está en desarrollo, lo que les hace más vulnerables a reacciones alérgicas. Sus vías respiratorias son más estrechas y sensibles, por lo que cualquier irritante puede desencadenar síntomas molestos o graves. Además, pasan muchas horas durmiendo en contacto directo con el colchón, la almohada y las sábanas, multiplicando la exposición a posibles alérgenos.

Síntomas comunes de alergia al colchón en niños
Cuando un niño es alérgico al colchón (o más bien, a los ácaros y otros alérgenos presentes en él), puede presentar:
- Estornudos frecuentes, especialmente al despertar
- Congestión nasal o moqueo constante
- Picazón en nariz, ojos y garganta
- Tos nocturna o al acostarse
- Dificultad para respirar o sibilancias
- Erupciones cutáneas o eccemas
- Sueño inquieto o insomnio
Si tu hijo presenta varios de estos síntomas, consulta siempre a tu pediatra o alergólogo para un diagnóstico preciso.
Materiales de colchón recomendados para niños con alergias
Elegir el material adecuado es clave para reducir la acumulación de ácaros y otros alérgenos en el colchón infantil:
Látex natural
Resistente a ácaros y hongos, transpirable y duradero. Es una excelente opción hipoalergénica, siempre que el niño no sea alérgico al látex.
Espuma viscoelástica de alta densidad
Su estructura compacta dificulta la anidación de ácaros. Elige modelos certificados sin químicos tóxicos (CertiPUR, OEKO-TEX).
Colchones con núcleo de muelles ensacados y tejido hipoalergénico
La ventilación interna evita humedad y moho. Asegúrate de que el tejido exterior sea tratado contra ácaros.
Muelles de fibras naturales tratadas
Algunas marcas utilizan algodón orgánico, lana merino o fibra de coco, todas ellas naturalmente repelentes de ácaros.
Fundas protectoras antiácaros y su importancia
Aunque compres el mejor colchón hipoalergénico, una funda protectora es esencial para:
- Crear una barrera física impermeable a ácaros, bacterias y fluidos
- Proteger la inversión del colchón infantil y prolongar su vida útil
- Facilitar la limpieza habitual
Elige fundas certificadas antialérgicas, con cremallera completa y lavables a mínimo 60°C.

Higiene y mantenimiento del dormitorio infantil
Frecuencia de lavado recomendada
- Sábanas y fundas de almohada: cada 7-10 días
- Funda protectora del colchón: cada 2-3 meses
- Edredones y mantas: cada 3-6 meses
- Peluches y cojines: cada 2-4 semanas
Aspirado y ventilación
Aspira el colchón cada 15 días con accesorio para tapicería. Ventila el dormitorio diariamente 10-15 minutos, incluso en invierno.
Control de humedad
Mantén la humedad relativa entre 40-50%. Considera un deshumidificador si vives en zona húmeda.
Factores ambientales que agravan las alergias
Además del colchón, otros factores en el dormitorio pueden empeorar los síntomas alérgicos:
- Cortinas gruesas y alfombras que acumulan polvo
- Peluches en exceso sobre la cama
- Mascotas durmiendo en el dormitorio
- Humedad alta que favorece moho
- Falta de ventilación adecuada
- Productos de limpieza con químicos fuertes
Reduce al mínimo estos elementos para crear un dormitorio más saludable.
Cuándo reemplazar el colchón infantil
Incluso con mantenimiento riguroso, los colchones infantiles deben reemplazarse cada 8-10 años. Si notas manchas persistentes, hundimientos, olores extraños o aumento de síntomas alérgicos, considera renovarlo antes.
Conclusión y recomendación final
Proteger a tus hijos de alergias relacionadas con el colchón es una inversión en su salud y bienestar. Elige materiales hipoalergénicos certificados, mantén una rutina de limpieza estricta, controla la humedad del dormitorio y consulta con tu pediatra o alergólogo si los síntomas persisten o empeoran.
Recuerda que cada niño es único y puede reaccionar de forma diferente. Observa sus síntomas, ajusta las medidas preventivas según necesites y no dudes en buscar ayuda profesional especializada si tienes dudas.
Si los síntomas de alergia de tu hijo persisten después de aplicar estas recomendaciones, consulta inmediatamente con su pediatra o un alergólogo infantil para un diagnóstico y tratamiento adecuados.